Artículo / Consejería / Vida Cristiana
Hubiera yo desmayado
No desmayes, no te rindas, confía en el Señor, tu sufrimiento, tu dolor, tu batalla, y hasta persecución son pasajeras. Llegará el día que estaremos del otro lado de la gloria gozando de la presencia de nuestro Señor sin los efectos de una naturaleza pecaminosa.