Podcast: 5 cosas que he aprendido del nido vacío
Qué hermoso es saber que Dios me ha permitido ser madre, un rol que Él mismo determinó, y que Él tiene un propósito en cada etapa que tenemos que afrontar, incluyendo el nido vacío.
Qué hermoso es saber que Dios me ha permitido ser madre, un rol que Él mismo determinó, y que Él tiene un propósito en cada etapa que tenemos que afrontar, incluyendo el nido vacío.
Amada hermana, en esta etapa de la vida en que los hijos ya no están en casa y estés pasando por momentos en los que te sientas sola, recuerda que el Señor está contigo y que sus planes para ti son siempre buenos. Él tiene un propósito para nosotras en cada etapa de nuestra vida.
Amada hermana, Jesucristo ya perdonó tus pecados. Eres una preciosa joya, la cual Él ha transformado por Su gracia y misericordia. Usa tus cicatrices para darle toda la honra y gloria.
Usa tus cicatrices para darle toda la honra y gloria. No dejes que la vergüenza te limite a compartir tu pasado, recuerda que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron (2 Corintios 5:17).
Esto de ser una sola carne tiene diversas implicaciones, y una de ellas es que las circunstancias difíciles y el dolor de nuestros esposos sería el nuestro.
Cuando Dios instituye el matrimonio, dice que el hombre y la mujer serían una sola carne. Esto de ser una sola carne tiene diversas implicaciones, y una de ellas es que las circunstancias difíciles y el dolor de nuestros esposos sería el nuestro.
No podemos fijar nuestra irada en el aquí y en el ahora, nuestra mirada debe estar fija en lo eterno y donde pasaremos la eternidad.
Que en medio del sufrimiento y en aquellas cosas diarias de la vida podamos ser mujeres que glorifiquemos el nombre del Señor con un corazón rebosado de contentamiento.
Aprendemos que Rahab no solo fue usada por Dios para salvar a los espías, sino también para que de su familia viniera el Salvador. Así nos cuenta el evangelista Mateo en 1:5-6.
Rahab ya no era aquella mujer que una vez fue… ¡ese es el resultado de la gracia de Dios y del efecto transformador de la fe que nos salva!