Podcast: Yo soy “humilde”
El orgullo es pecado, Dios lo condena repetidamente en Su Palabra. El orgullo y la humildad no tienen que ver con clases sociales, sino con la condición del corazón.
El orgullo es pecado, Dios lo condena repetidamente en Su Palabra. El orgullo y la humildad no tienen que ver con clases sociales, sino con la condición del corazón.
La manera en que vamos a formar la raíz principal del carácter de una mujer cristiana es en la absoluta confianza en Dios.
Estar a los pies del Señor para meditar en su Palabra, orar, se trata de conocerle a Él, para saber Su voluntad y ser obedientes. Con el fin de vivir de una manera que le glorifique en una santidad progresiva.
Si en medio del sufrimiento nos enfocamos en la oración continua y en dar gracias y gloria a Dios, entonces toda preocupación, ansiedad, y cualquier sentimiento que llegue a nuestra vida se disipará y enfocará por medio de la oración.
Te exhorto a que en este nuevo año podamos cada día adorar con nuestras vidas al Rey de reyes, Señor de señores. Que compartamos las Buenas Nuevas de Salvación con toda persona sin importar de dónde vengan, o lo que practiquen.
¡Qué gran siervo es este Cristo de la promesa de Isaías, qué maravilloso es Cristo, el que vive y reina para siempre! Al pensar en esta gran promesa y al pensar en Cristo, cómo no regocijarnos, especialmente en estos días cuando celebramos, su nacimiento.
Amada hermana, te animo a que puedas tener esperanza en medio de la depresión en Navidad. Es hermoso recordar que descansamos en la soberanía de nuestro gran Señor, todo lo tiene bajo su absoluto control y voluntad. Nuestra esperanza no está en nuestro dolor, soledad, sufrimiento, etc.; está en Jesucristo.
Sin importar las circunstancias, podemos celebrar que un día nació un niño en Belén a quien el Padre envió a morir en una cruz y derramar Su sangre hasta morir, fue sepultado y resucitado para nosotras tener la esperanza eterna en Cristo y recordarnos el evangelio en medio cualquier tormenta.
Vivimos en un mundo caído en el que toda clase de problemas, dificultades y enfermedades se presentarán en nuestro camino.
Dios nos creó con emociones las cuales las hizo con propósitos para nuestro bien, pero muchas veces permitimos que no actúen de acuerdo a la Palabra