Yo soy “humilde”
Ahora sí una persona misma se dice “Yo soy humilde” al compararlo con lo que dicen las Escrituras podemos ver que lo que está exponiendo y afirmando es su propio orgullo que simplemente sale de lo que hay en el corazón.
Ahora sí una persona misma se dice “Yo soy humilde” al compararlo con lo que dicen las Escrituras podemos ver que lo que está exponiendo y afirmando es su propio orgullo que simplemente sale de lo que hay en el corazón.
La manera en que vamos a formar la raíz principal del carácter de una mujer cristiana es en la absoluta confianza en Dios.
Aunque seas de un carácter fuerte o débil, ninguna es mejor que otra porque ambas necesitamos de un Salvador y necesitamos caminar siguiendo Su voz para poder hacer la diferencia como hijas, para que, con nuestro carácter modelemos Su luz.
Estar a los pies del Señor para meditar en su Palabra, orar, se trata de conocerle a Él, para saber Su voluntad y ser obedientes. Con el fin de vivir de una manera que le glorifique en una santidad progresiva.
Estar a los pies del Señor es cultivar un corazón dispuesto a tener una relación de conocerle más.
Si en medio del sufrimiento nos enfocamos en la oración continua y en dar gracias y gloria a Dios, entonces toda preocupación, ansiedad, y cualquier sentimiento que llegue a nuestra vida se disipará y enfocará por medio de la oración.
En cada momento, la oración debe ser el motor de nuestra vida. Si vivimos cada día conscientes de nuestra necesidad del Señor, aprenderemos a llevar vidas que dependan de Él y lo busquen sin cesar en oración.
Te exhorto a que en este nuevo año podamos cada día adorar con nuestras vidas al Rey de reyes, Señor de señores. Que compartamos las Buenas Nuevas de Salvación con toda persona sin importar de dónde vengan, o lo que practiquen.
Te exhorto a que en este nuevo año podamos cada día adorar con nuestras vidas al Rey de reyes, Señor de señores. Que compartamos las Buenas Nuevas de Salvación con toda persona sin importar de dónde vengan, o lo que practiquen.