¡Usa tus cicatrices!
Usa tus cicatrices para darle toda la honra y gloria. No dejes que la vergüenza te limite a compartir tu pasado, recuerda que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron (2 Corintios 5:17).
Usa tus cicatrices para darle toda la honra y gloria. No dejes que la vergüenza te limite a compartir tu pasado, recuerda que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron (2 Corintios 5:17).
Esto de ser una sola carne tiene diversas implicaciones, y una de ellas es que las circunstancias difíciles y el dolor de nuestros esposos sería el nuestro.
Cuando Dios instituye el matrimonio, dice que el hombre y la mujer serían una sola carne. Esto de ser una sola carne tiene diversas implicaciones, y una de ellas es que las circunstancias difíciles y el dolor de nuestros esposos sería el nuestro.
No podemos fijar nuestra irada en el aquí y en el ahora, nuestra mirada debe estar fija en lo eterno y donde pasaremos la eternidad.
Que en medio del sufrimiento y en aquellas cosas diarias de la vida podamos ser mujeres que glorifiquemos el nombre del Señor con un corazón rebosado de contentamiento.
Aprendemos que Rahab no solo fue usada por Dios para salvar a los espías, sino también para que de su familia viniera el Salvador. Así nos cuenta el evangelista Mateo en 1:5-6.
Rahab ya no era aquella mujer que una vez fue… ¡ese es el resultado de la gracia de Dios y del efecto transformador de la fe que nos salva!
La única manera de nosotros poder consolar y tener sensibilidad por otras personas es solo por medio del poder de Jesucristo, no lo hacemos por nosotros, ni nuestro corazón, ni sentimientos.
Si estás pasando por algún sufrimiento recuerda que al Señor que es soberano lo está permitiendo para ser consolados por él y consolar a otros y hacernos sensibles con su dolor y para edificación de la iglesia.