Cómo cultivar la lectura en medio de una agenda ocupada
No podemos permitir que nuestras ocupaciones nos abrumen y nos lleven a dejar de lado las cosas que verdaderamente son importantes y tienen un valor eterno. Una de esas cosas es la lectura.
No podemos permitir que nuestras ocupaciones nos abrumen y nos lleven a dejar de lado las cosas que verdaderamente son importantes y tienen un valor eterno. Una de esas cosas es la lectura.
Hoy podemos celebrar ese día triunfante, cuando el verdadero Rey entraba en una asna anunciando la salvación a gente de toda lengua, tribu y nación.
No olvidemos que Dios está formando la imagen de Cristo en nosotras y si para eso es necesario que tengamos enemigos, debemos aprender a descansar en ÉL.
No más excusas para no vivir con el ejemplo muy claro de Proverbios 31:10 que nos dice: «Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas.»
Ser una esposa de un plantador de iglesias pone muchas demandas en nuestra vida, sin embargo el saber que estamos cumpliendo con el llamado de Dios produce en nosotras una satisfacción incomparable e incalculable.
Estas situaciones existirán siempre y debemos comprender que el evangelio brinda la esperanza que las personas necesitan.
Cuando sirvamos al Señor no debemos esperar y merecer más nada, creernos tan especiales, pues solo hemos de hacer lo que El Señor nos ha pedido hacer. Cuando se dice en el versículo: “inútiles” (Lucas 17:10), se está refiriendo a que no merecemos nada, ninguna persona nos debe nada.
Ora por tu esposo, tus pastores y por el liderazgo de tu iglesia local. Siéntate bajo la enseñanza bíblica de tus líderes.
El amor no busca lo suyo, como nos lo habla Dios en esta carta; no busca sacar beneficio, ni gloria por los dones que Él nos ha dado para glorificarle.
En cada matrimonio cristiano se dan conflictos, pero estos deben ser resueltos con la mira puesta en que Jesús es el centro de nuestra relación.