Podcast: Modelando el servicio a Cristo ante nuestros hijos
Si ahora estás educando a tus hijos, a continuación algunas oportunidades para enseñarles a servir a Dios. ¡Espero sean de edificación!
Si ahora estás educando a tus hijos, a continuación algunas oportunidades para enseñarles a servir a Dios. ¡Espero sean de edificación!
En nuestro hogar fue donde comenzó el servicio, con tareas tan básicas como ayudar a doblar su ropa, recoger sus juguetes y otras responsabilidades según la etapa de crecimiento.
Nuestro llamado debe ser como cualquier hermana en la iglesia. A ser una mujer piadosa, esposa, madre y fiel miembro del cuerpo de Cristo.
El rol como esposa de un hombre en el ministerio o como líder, no es diferente a cualquier otra mujer ejemplar de la iglesia.
El Único que se lleva la honra es nuestro Dios, nosotras somos instrumentos innecesarios a quienes, en Su misericordia, nos permite servir en Su reino.
Dios nos ha dado a cada uno, dones y ministerios para unirnos, edificarnos, crecer y sobre todo poder darle la Gloria al que solo se la merece, Jesucristo.
Es importante tener en cuenta que vivir en el extranjero no te hace un misionero. El misionero es llamado por Dios para una tarea que corresponde con la Gran Comisión. No obstante, sí puedes ser una mujer de oración, que asiste a una mujer misionera o un equipo misionero de alguna manera.
El término misionero ha sido escogido para aquellos que han sido llamados a vivir en otro país, a cruzar fronteras culturales, contextuales y de una cosmovisión diferente a la nuestra, para predicar el evangelio, hacer discípulos y participar en la tarea de la plantación de iglesias.
La obra misionera es tarea de todos los cristianos y el Señor también llama a los latinos a misiones transculturales.
El Señor también ha llamado a los latinoamericanos, porque es un llamado que se le ha hecho a todo aquel que se ha arrepentido y ha recibido a Cristo como Señor y Salvador personal. Aunque algunas veces Dios nos llame a ir lejos de nuestros lugares, es importante que iniciemos en nuestra iglesia local.