Amando hijos rebeldes
Es tan emocionante ver cuando nuestro vientre va creciendo y anhelar el hermoso día en que estaremos arrullando a nuestro/a bebé en los brazos; poder ver su carita, escucharlo llorar, arrimarlo dulcemente a nuestro rostro y poder besarle. También aquellas que, aunque no han visto su vientre crecer, pero de igual manera son madres para hijos que han adoptado. Te preguntarás porque estoy comenzando de esta manera y es para recordar la bendición que Dios nos ha dado con nuestros hijos, aun cuando sean hijos rebeldes por los cuales estamos sufriendo, eso no quita el hecho de que son un bien preciado.
Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa.
Salmo 127:3
Quisiera darte algunas sugerencias que te pueden alentar y ayudar a amar a tu hijo rebelde.
1) Ora en todo tiempo
Si en medio del sufrimiento nos enfocamos en la oración continua y en dar gracias y gloria a Dios, entonces toda preocupación, ansiedad y cualquier sentimiento negativo que llegue a nuestra vida se disipará y se enfocará correctamente por medio de la oración.
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones. Delante de Dios.
Filipenses 4:6
Debemos ser intencionales en orar por la vida espiritual de nuestro hijo o hija, pues solamente Dios puede confrontar sus vidas y tratar con su rebeldía.
2) Acepta la condición de rebeldía
Si nuestros hijos están siendo rebeldes debemos aceptar que algo anda mal en sus vidas específicamente en su corazón. No tapemos el sol con nuestras manos y pasemos por alto lo que está sucediendo. Reconocer que no es cristiano o que lo es, y que está en pecado es de suma importancia.
Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en practica la verdad.
1 Juan 1:6
3) Guíalos a Cristo
Si tu hijo o hija no son cristianos, no esperes a que su comportamiento sea conforme a la Palabra, aunque se haya criado en un hogar cristiano. Aunque en nuestro corazón maternal deseamos protegerlos de las consecuencias del pecado, lo más importante es reconocer su incredulidad por Jesús.
No he venido a llamar a justos sino a pecadores a que se arrepientan.
Lucas 5:32
Si alguno de tus hijos se encuentra en pecado, debes ser intencional en mostrar el pecado por su nombre e invitarlos al arrepentimiento genuino. Recordando la confianza total en perdón absoluto y completo que tenemos en Cristo.
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón.
Proverbios 28:13
4) Sean bienvenidos a casa
En el hogar se le da la bienvenida tanto a hermanos en Cristo como a amigos que no son cristianos, así como a familiares de sangre que no lo son. Los tratamos de la mejor manera, siendo Cristo reflejado en nuestras vidas. Así mismo si tu hijo o hija no tiene a Cristo o está en un pecado, tu hogar siempre debe ser un lugar que refleje lo que Cristo es.
Invítalos a comer y aunque las conversaciones te van a generar tensión, recuerda que tu hijo/a está pasando también por incomodidad, muchas veces porque la culpa y la vergüenza los visitan. Incluirles es una oportunidad que Dios te da con la intención de escucharle, amarle y apuntarle a Cristo.
Y sucedió que estando Él sentado a la mesa en la casa, he aquí muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos.
Mateo 9:10
5) Interésate por sus asuntos
Quizás te decepcione la forma en que tu hijo/a está usando su tiempo y recursos así como el rechazo a Jesús que demuestran, pero sé intencional en interesarte por lo que hace. Intenta estar presente en algunas actividades con él o ella. Recuerda tú estabas presente en otros tiempos ahora también debes de estarlo.
Jesús es el mayor ejemplo de esto. ¡Imítalo! Él se relacionaba con prostitutas, recaudadores de impuestos, pecadores de todos tipos. Recuerda él o ella siguen siendo tu hijo/a, eso no ha cambiado, así como nuestra relación con Jesús tampoco cambia cuando pecamos y nos arrepentimos
6) Respeto por sus amigos
Así como respetamos a nuestros amigos que no son cristianos, también debemos hacerlo con los amigos de nuestro hijo/a. Míralos como una oportunidad de evangelizar y de mostrar a Cristo.
7) Gracia y misericordia
Con la misma gracia y misericordia con que Cristo nos vio al derramar Su sangre por nosotros en la cruz del Calvario, muriendo un justo por una injusta, así mismo debemos amar con gracia y misericordia a nuestro hijo/a.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
Efesios 2:4-5
Conclusión
Querida hermana recuerda que, aunque nos duela profundamente que un hijo/a no sea cristiano o siendo cristianos vivan en pecado y aunque no apoyemos su forma de vida o el pecado en que se encuentre debemos seguir amándolos, apuntándoles a la cruz, ellos son imagen de Dios.
Recuerda las palabras del Señor en 1 Corintios 13, las cuales nos recuerdan la excelencia del amor.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:4-7
(Este artículo fue publicado originalmente en LifeWay Mujeres)