Podcast: Rahab, una pecadora redimida
Aprendemos que Rahab no solo fue usada por Dios para salvar a los espías, sino también para que de su familia viniera el Salvador. Así nos cuenta el evangelista Mateo en 1:5-6.
Aprendemos que Rahab no solo fue usada por Dios para salvar a los espías, sino también para que de su familia viniera el Salvador. Así nos cuenta el evangelista Mateo en 1:5-6.
Rahab ya no era aquella mujer que una vez fue… ¡ese es el resultado de la gracia de Dios y del efecto transformador de la fe que nos salva!
El orgullo es pecado, Dios lo condena repetidamente en Su Palabra. El orgullo y la humildad no tienen que ver con clases sociales, sino con la condición del corazón.
Ahora sí una persona misma se dice “Yo soy humilde” al compararlo con lo que dicen las Escrituras podemos ver que lo que está exponiendo y afirmando es su propio orgullo que simplemente sale de lo que hay en el corazón.
El pecado que descalifica a un pastor nunca se debe ocultar y debe ser traído a la luz, para ser tratado conforme a lo que dice la Palabra, con el propósito de una posible restauración, tanto para el pastor, como para su esposa e hijos (si los tienen), y para la iglesia.
La esposa del pastor es una miembro de la iglesia y, como cualquier otro integrante, tiene la responsabilidad de tratar el pecado según vemos en Mateo 18. Esto se dice fácil, pero hacerlo requiere de una madurez que no muchas esposas poseen. Aun así, lo correcto bíblicamente es lo que ordena la Palabra que ella debe hacer; aunque repito, siempre resultará doloroso.