Sara: Un retrato de esperanza
Para hablar de Sara, como de cualquier otro personaje de la Biblia, debemos comenzar con Dios. En Sara, Dios derramó su gracia y demostró su poder que desafía toda lógica humana.
Para hablar de Sara, como de cualquier otro personaje de la Biblia, debemos comenzar con Dios. En Sara, Dios derramó su gracia y demostró su poder que desafía toda lógica humana.
Rahab ya no era aquella mujer que una vez fue… ¡ese es el resultado de la gracia de Dios y del efecto transformador de la fe que nos salva!
Si estás pasando por algún sufrimiento recuerda que al Señor que es soberano lo está permitiendo para ser consolados por él y consolar a otros y hacernos sensibles con su dolor y para edificación de la iglesia.
Aunque cada mujer está en una etapa distinta y la manera de preparanos puede lucir diferente, la necesidad de crecer en la Palabra no es negociable.
Una de las cosas más seguras en nuestro caminar es que el sufrimiento llegará a nuestra vida.
Todos recordamos de donde nos sacó el Señor, pero podemos olvidar el pasado porque nuestra esperanza está en Cristo. No debemos quedarnos enfrascados en lo que fuimos sino en el pleno conocimiento que Cristo es nuestra esperanza y que tenemos resurrección en Él y que nos está esperando la gloria eterna.
La oración no es para entretenernos, sino un mandato de nuestro Señor Jesucristo para cultivar nuestra relación con Él y nuestro crecimiento espiritual.
Hoy podemos celebrar ese día triunfante, cuando el verdadero Rey entraba en una asna anunciando la salvación a gente de toda lengua, tribu y nación.
El amor no busca lo suyo, como nos lo habla Dios en esta carta; no busca sacar beneficio, ni gloria por los dones que Él nos ha dado para glorificarle.
Ahora sí una persona misma se dice “Yo soy humilde” al compararlo con lo que dicen las Escrituras podemos ver que lo que está exponiendo y afirmando es su propio orgullo que simplemente sale de lo que hay en el corazón.