¿Cómo la oración me cambia?
La única manera en que la oración cambia nuestros corazones es si lo hacemos conforme a Su Palabra que es la que confronta y es la luz en nuestro camino para ser no solo oidores, sino hacedores de ella.
La única manera en que la oración cambia nuestros corazones es si lo hacemos conforme a Su Palabra que es la que confronta y es la luz en nuestro camino para ser no solo oidores, sino hacedores de ella.
En medio de sus planes, cuando permite el sufrimiento es llevarnos más hacia la santidad y al cumplimiento de sus propósitos en nuestra vida.
Que la vida de esta mujer nos enseñe a ver la benevolencia del Señor hacia mujeres rechazadas por su origen de nacimiento y el pecado en ellas. Hay esperanza en nuestras vidas cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y reconocemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador.
Ahora bien, muchas son las dudas del porqué existe la enfermedad y la única respuesta correcta la encontramos en la Palabra de Dios.
Quizás pensemos que la palabra ansiedad no se encuentra en la Biblia, pero no es así. En su gracia y misericordia, Dios nos ha dado respuesta a todas las situaciones que pasan en nuestra vida pecaminosa, para encontrar la raíz del pecado y la solución bíblica.
El comienzo para vivir una vida de sabiduría es reconocer quién es Dios, es un Dios Creador de los cielos y la tierra, es Señor y Redentor. Un Dios Santo, Santo, Santo.
Una de las cosas más seguras en nuestra vida cristiana es que llegaran todo tipos de sufrimientos, dolor (por nuestros pecados y los de otros), enfermedades, malentendidos y traiciones. Cosas que el Señor permite que pasen en nuestras vidas para hacernos crecer.
Para aquellas que hemos entregado nuestra vida a Jesucristo el temor tiene otro significado, más grande y más maravilloso. Temer al Señor es llevar una vida de reverencia y obediencia delante de Él.
Querida hermana recuerda que, aunque nos duela profundamente que un hijo/a no sea cristiano o siendo cristianos vivan en pecado y aunque no apoyemos su forma de vida o el pecado en que se encuentre debemos seguir amándolos, apuntándoles a la cruz, ellos son imagen de Dios.
El hombre y la mujer son distintos en el sentido funcional. Dios diseñó al hombre y a la mujer con diferentes funciones, pero con el objetivo de complementarse. Podemos verlo en el diseño anatómico y mental. También sus mentes y cuerpos al estar diseñados de diferentes forma llevan a cabo diferentes labores. La Palabra nos enseña cómo el hombre y la mujer tienen diferentes roles dentro del hogar, la iglesia y la sociedad.